lunes, diciembre 05, 2005

Hasta Pronto, Pipa


"Al atardecer se levantará para ti una especie de luz meridiana, y cuando creyeres que estás acabado, te levantarás cual estrella matinal. Estarás lleno de confianza por la esperanza que te aguarda" (Job 11, 17-18)

Encontrarse con Dios a los 84 años, significa haber vivido una prolongada existencia. Es encontrarse con Dios al final de un largo viaje. Quizás demasiado cansada....pero también con hermosos y tristes tiempos de despedida.

Tu vejez fue la antesala natural de un gozo y descanso eterno.
No fue una época fácil de tu vida. No fue fácil enfrentarte a la perdida progresiva de tus fuerzas.

Pero tu vejez también fue una constante y serena recogida de tus FRUTOS.
Tus hijas, tus nietos y bisnietos, tus grandes amistades....Todos ellos somos tus FRUTOS.

El dolor, la soledad y la impotencia que nos deja tu partida, se convertirán día a día en sonrisas, paz y alegría, cada vez que recordemos los innumerables momentos que pasamos a tu lado y alrededor de ti.

Hoy siento que la muerte te ha arrebatado, Pipa....
Siento una irreparable pérdida...me siento sola...Aun sabiendo que estas en el cielo.

Creo que es solo la sensación lógica de haber perdido la tierra donde hundía cada día mis raíces.

Hoy tu rostro surcado por las arrugas y la vida, es ahora una de esas pequeñas luces que iluminarán mis noches.
Descansa con Dios...y en paz, Pipa.

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